EL AGOTAMIENTO – qué es y cómo evitarlo

EL AGOTAMIENTO – qué es y cómo evitarlo

Una consideración general sería admitir que sin dudas todos estamos en dificultad, todos estamos experimentando y pasando por periodos de gran fatiga, pesadez, tristeza y desequilibrio. Muchos consiguen echar la "culpa" de su malestar a situaciones que conocen bien aunque ciertas situaciones de las que somos conscientes no suelen ser suficientes para explicar lo que realmente sentimos en nuestro interior.

 

En general, es muy frecuente el miedo a la incertidumbre, la falta de seguridad, y cabe mencionar que el anhelo de seguridad es una de las necesidades fundamentales del individuo (Maslow); sólo cuando nos sentimos seguros podemos aspirar a la satisfacción de deseos "superiores" como las relaciones, la autorrealización, etc.
 
Este malestar general no hace más que lastrar las relaciones, generar tensiones y ponernos en una actitud cerrada y defensiva frente a los demás. Cada día mis pacientes describen su estado de malestar debido a la acumulación de grandes o pequeñas dificultades, es un poco como si todos estuviéramos pasando por el mismo periodo difícil pero en lugar de acercarnos esta similitud nos alejara.
Como seres humanos sociales necesitamos constantemente a los demás, necesitamos su presencia, su comprensión, su ayuda. Cuando se pierde este aspecto de apoyo mutuo, se pierde parte de nuestra fuerza y capacidad de reacción ante las dificultades. 

 

Las familias acumulan en su interior las tensiones de los individuos y esto suele provocar enfrentamientos y malentendidos, son muchas también las situaciones de dificultad para las parejas en este periodo, muy a menudo debido a una especie de anestesia de los sentimientos que ponemos en marcha para defendernos del dolor, pero que en realidad también nos aleja de la percepción de emociones "positivas" como el afecto, el amor, el respeto y la gratitud. Esto nos sitúa, por tanto, en una burbuja en la que parece que ya no "sentimos" nada, nos parece que la vida pasa por delante de nosotros sin que tengamos la oportunidad de experimentarla, generando divisiones y distanciamientos incluso con las personas que realmente necesitamos, por las que seguimos teniendo fuertes sentimientos, pero que hemos dejado de percibir, en una especie de mecanismo de defensa.

 

¿Cuáles son las estrategias de recarga frente al agotamiento?

  1. Incorporar buenos hábitos/rutinas positivas en nuestro día a día (meditación breve, despertar energético con actividad deportiva, desayuno bien servido y preparado, pausa para el café, colgar cuadros con frases motivadoras,)
  2. Pausas programadas durante las horas de trabajo, cuando estamos bajo tensión y estrés corremos el riesgo de no tomar descansos y agotarnos fácilmente en interminables horas de trabajo durante las cuales no tenemos nada bueno que dar. Así que ponemos el despertador y decidimos qué vamos a hacer en esas pausas de 5 minutos (café, respiración consciente, leer algunos párrafos del libro que estamos leyendo, mirar por la ventana).
  3. La noche antes de dormir es un momento mágico, cuidemos de este tiempo con un simple ejercicio: traigamos a la mente tres cosas buenas que nos hayan pasado durante el día (cosas pequeñas, no hace falta que hayan pasado cosas increíbles) y expresemos gratitud hacia estos eventos/cosas/personas.

    4.  Siempre recordamos que el orden exterior ayuda a mantener el orden    interior, así que todas las noches, cuando terminemos de trabajar, ordenemos nuestra habitación y tratamos de colocar las cosas cada vez de forma mejor para que sean cómodas, ordenadas y bonitas de ver. Si no podemos hacerlo al final de la jornada de trabajo, hagámoslo por la mañana antes de empezar el día.

  1. Intentemos siempre mejorar algo en nuestra vida personal y laboral, empezando incluso por cosas pequeñas, pero con la intención de estar siempre en un flujo de mejora, para sentirnos mejor y vivir mejor.
  2. Por la mañana, antes de empezar a trabajar, inspirémonos en una frase del día, elegida cuidadosamente o encontrada al azar hojeando un libro, llenemos nuestro sistema de emociones positivas, colorearán nuestro día de la mejor manera.
  3. ser amable y útil con los demás, kármicamente recibiremos lo mismo y además hace que los demás se sientan bien.
  4. hablando con los demás y compartiendo las dificultades, quizá encontremos juntos estrategias ganadoras.

 

Lo importante es intentar hacer algo todos los días para entrenarse a ser positivo. Sabiendo que el ser humano está "programado" para ver el vaso medio vacío, deberíamos intentar recordarnos varias veces al día que debemos tomar conciencia de lo que es bueno en nuestra vida, empezando por las cosas pequeñas, aparentemente sin importancia. Elegimos cuidadosamente las películas que veremos, los libros que leemos, las fuentes de información que utilizamos, si nos sometemos todo el día a malas noticias, sustos, preocupaciones, terror, momentos de alto suspense... ¡entonces no debería sorprendernos que nuestro pensamiento sea terrorífico!

 

Algún consejo más:

  1. Intentemos tener momentos en los que recordemos nuestros éxitos (grandes o pequeños), pensemos en las personas que nos hacen sentir bien (¡de verdad!), intentemos ir a lugares en los que nos sintamos bien, utilicemos cosas que nos hagan sentir bien ...
  2. También elegimos lecturas "positivas", historias inspiradoras, relatos de éxito, hacemos todo lo posible para aportar belleza y positividad a nuestras vidas.
  3. Intentemos dejar de envidiar a los demás por lo que tienen, empecemos a hacer planes para ponernos metas y trabajar para conseguirlas.
  4. Hay que intentar dar una oportunidad al futuro, hay que intentar creer que todo lo que ocurre, ocurre para nuestro bien, aunque en el momento preciso parezca demasiado difícil de aceptar.
  5. No dejes de creer en ti y arremángate, tratando de aplicar la regla de "da y se te dará", intentando ser lo más útil posible a los demás.
  6. No centrar nuestra atención exclusivamente en lo que podemos perder, sino con un acto de conciencia, disciplina y voluntad, cambiar nuestro enfoque a la búsqueda de nuevas oportunidades. Puede que no suene fácil, y de hecho no lo es, pero la única manera de romper una cadena de pensamientos limitantes que alimentan nuestra frustración y que inevitablemente erosionan nuestra autoestima, es cambiar nuestra atención para buscar las oportunidades del momento, esos caminos que no son tan fáciles de ver pero que podemos vislumbrar con esfuerzo y constancia si seguimos creyendo en que existan.

 

Elena Benvenuti